viernes, 28 de octubre de 2011

LA ÚLTIMA....OBSOLETA MODA

Cuando mencionamos el fin de la Ufología Clásica, hacemos la irresistible comparación con nuestra realidad contemporánea global y sus probables rutas alternativas.
Me hago esa pregunta simplemente al observar lo que sucede en nuestro país, en el sentido que se mantienen ciertos modelos y vías para el estudio de los OVNIs, a pesar que por décadas, algunos de estos procedimientos no han servido para establecer conclusiones contundentes. Es decir, se imitan los experimentos de estudio forzosamente, quizás con la esperanza de encontrar nuevas respuestas y al parecer los resultados no varían.
En ese sentido, es imposible evadir el bombardeo mediático a las innumerables actividades ufológicas que se están desarrollando en Chile en estos meses, las cuales consisten en charlas, conferencias y sobre todo las famosas y vitoreadas vigilias.
¿Qué es una vigilia?, consiste en salir a sectores apartados de la urbe, otras veces dentro de ciudades, con la esperanza de la aparición de algún fenómeno aéreo anómalo y lograr documentarlo. Las razones o motivaciones deben ser miles, pero las más publicadas son el vivir en grupos de personas aficionadas, la experiencia de observar un OVNI en terreno, en vivo y en directo. Los orígenes, vienen desde el mismo 1947 pero con los años y el “perfeccionamiento” de la Ufología, las vigilias han evolucionado en el empleo de medios técnicos para respaldar y registrar tales encuentros fortuitos.
Cabe mencionar que en 1983 nace en Noruega el famoso proyecto Hessdalen, el cual gracias a sus registros fílmicos y fotográficos después de años de vigilias técnicamente apoyadas, le permitieron entrar en el debate científico probatorio de la existencia de los OVNIs en el informe Sturrock de 1997.
No puedo dejar de lado el reconocimiento a quienes practican este tipo de actividades, por su inagotable y obsesivo entusiasmo de intentar observar y registrar en alguna oportunidad, un encuentro con un OVNI. Es cierto que ha habido vigilias que han logrado presenciar algunas cosas, que nunca pasan más allá que el registro de simples luces, pero que nutren de convicción para persistir con aquella ingrata tarea. Sin dejar de lado por su puesto, los cuantiosos fraudes vinculados, entre los cuales hay focos intencionalmente puestos para tales efectos, vehículos, meteoros ígneos, satélites, auroras y todo tipo de fenómenos con explicación, que se les ha otorgado una connotación diferente a su real origen y que no son precisamente lo que se busca, OVNIs.
Si a estas salidas a terreno, se las complementa con otros elementos que aumenten el discernimiento de las personas, como por ejemplo se enseña astronomía, tienen un valor agregado que intensifica el propósito de las vigilias y además sirve para conocer otras materias afines. Aunque para ser sincero, se suele asociar a los temas ufológicos con la astronomía, lo que significa un insulto para los científicos (Pregúntenle a Dante Minnitti), lo cual por ciento, es uno de los tantos resultados de la contaminación de la información ufológica. Si están en desacuerdo con este criterio, revisen por favor los viajes espaciales de Sixto a la octava luna de Júpiter.
De todas formas, sin parecer peyorativo, las vigilias seguirán siendo un camino y modelo a seguir dentro de la desesperada búsqueda de evidencias en el fenómeno de los OVNIs. Tengan o no resultados, cautivan a numerosas personas que esperan pacientemente que alguna "inteligencia" ojala extraterrestre se digne simplemente en mostrarse o hacer el anhelado "contacto", a pesar de lo quimérico la concurrencia masiva es destacable. Quizás atraídos por la inagotable logística previa y posterior a las vigilias, ya que las hay sin nada, otras con simple café y algunas con menesteres dignos de un ágape de fiestas patrias.
En mi caso no las comparto porque, independiente a que las vigilias son parte de la ufología clásica, me dan la sensación de estar en una casa deshabitada, esperando que me hable un fantasma. La verdad, me asustaría más avistar y grabar un ratón cola larga porque sé que podría contagiarme con el virus hanta, a su vez, en las vigilias si no estamos abrigados, podremos registrar los días posteriores un buen resfrío.

3 comentarios:

  1. Buenisima nota... concuerdo contigo en lo final.
    Hace una semana fui a una vigilia aca en Arica y me sigo recuperando del resfriado que me gane.
    Y solo vimos una luz rara, muchas estrellas fugaces y camanchaca por todas partes.

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  2. Hola a todos,
    Concuerdo con Rodrigo sobre lo fútil de las vigilias para presenciar fenómenos OVNI, sin embargo, la mayoría de los avistamientos de FANIs que he tenido han sido durante las largas noches de observación astronómica en la Patagonia, y las menos se han producido de forma espontánea, por decirlo de alguna forma, es decir, sin estar realizando astronomía. Vuelvo al punto que expuse en el primer blog, lo principal es volverse un buen observador, confiable y con conocimiento de los fenómenos artificiales y naturales que se pueden observar en el cielo y que permiten explicar lo observado, para luego identificar un FANI.
    Saludos
    Francisco

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  3. En mi opinión las vigilias son una buena idea, sin embargo creo que no se saca nada con hacer una vigilia una vez al año...es como tratar de inducir un fenómeno que hasta el momento es sumamente aleatorio...es algo que no se puede forzar.
    Saludos!

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