jueves, 19 de julio de 2012

LA UFOLOGÍA RECHAZA LA CRÍTICA

Siguiendo con el análisis del esquema que nos demuestra las razones por las cuales la ufología no es una ciencia, hoy englobaré el porque el estudio de los OVNIs en sus extremos, resiste la crítica venga del lado que sea.  
Este es uno de los puntos más importante de la ufología, ya que en sus extremos y seré objetivo en mi proceder, se rechaza absolutamente la crítica a cada una de las posiciones establecidas.

Acá los escépticos negacionistas, caen dentro de la misma clasificación de los contactados.

Los negacionistas son incapaces de reconocer, al menos, que existen manifestaciones denominadas FANIs en nuestros espacios aéreos, por las cuales autoridades aeronáuticas están en proceso de estudio de los reportes otorgados por testigos calificados.

Por su parte, los ufólogos especuladores, rechazan la duda razonable a los extraterrestres, su bandera de lucha hipotética.

A cada persona que ponga en tela de juicio la hipótesis extraterrestre, es considerado un individuo con la mente cerrada y en especial, un encubridor de la verdad....¿Cuál verdad? La que en sus mentes expandidas construyen junto con las teorías de la conspiración.


Por tales razones es que si consideramos los extremos del esquema entregado para el estudio de los OVNIs, las posiciones en relación a la crítica son equivalentes.

En el caso de la ufología especulativa, debo mencionar que sus exponentes son poseedores de cualidades muy particulares y que les permiten mantenerse en el escenario mediático permanentemente.
Las cualidades de los ufólogos son entre otras, las habilidades para aprovechar la complacencia de todos los interesados en el tema y también la maleabilidad en sus discursos, es decir, la capacidad de cambiar sus posturas con un talante extraordinario, existiendo personajes que habiendo sido protagonistas de verdaderas escenas de contactismo, son capaces de mencionar en entrevistas televisivas su incertidumbre o escepticismo frente a la existencia de extraterrestres y de abducciones.

Pero sin lugar a dudas, la característica que mayoritariamente acompaña a los ufólogos es la resiliencia, o la capacidad de sobreponerse a periodos de dolor emocional o traumas, en el sentido de que en debates (muy escasos), artículos o simplemente comentario en redes sociales, se deja de manifiesto la maleabilidad, complacencia o incongruencia de los discursos y posturas sobre el tema en general o casos puntuales. La mayoría de los ufólogos pese a ser continuamente desacreditados, no bajan la guardia y al tiempo, embisten con nuevas “evidencias” que los mantienen en pantalla. Eso verdaderamente es admirable y digno de estudio sicológico, porque a sabiendas de que una persona sea considerada un charlatán, crea ciegamente en lo que hace y en lo que dice, rechazando e ignorando la crítica, eso sencillamente es no tener vergüenza.

Generalmente los promulgadores de las pseudociencias y sobre todo del pensamiento mágico, poseen una resiliencia extraordinaria.

Esta capacidad, no ajena en la ufología, la otorgan habitualmente tres cosas. La imperiosa necesidad de terceros de que exista un misticismo que otorgue satisfacción a los requerimientos psicológicos humanas. La autocomplacencia, ya que muchos de estos promulgadores del pensamiento mágico, sobre todo ufólogos, gozan de una autoestima y amor propio excedido, muy común en comunicadores sociales o incluso estrellas del cine y televisión. Y finalmente, lo que hace que personas no sientan vergüenza de entregar información que ellos mismos saben que es falsa, eso es el interés por la utilidad o el lucro, es decir el dinero.

Todo lo anteriormente señalado; la complacencia, la exacerbada autoestima, la fama y por ende las ganancias monetarias, permiten que gran parte de nuestros ufólogos sean unos completos descarados e inescrupulosos, los cuales autogeneran verdaderas capas impermeables a la crítica de sus especulativas, paupérrimas y aveces inexistentes investigaciones.
                   

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